Tengo dudas razonables, bueno, al menos bajo mi punto de vista.
El Gobierno anuncia congelación de pensiones, excepto las mínimas, rebaja de sueldo a los funcionarios, medidas tendentes a restringir las prestaciones de la Ley de Dependencia (en cuanto a ésto, sigo sin entender cuál era la necesidad real de realizar entrega de dinero de forma gratuita, pese a que sea posible que algunos destinatarios realmente lo precisen y mucho menos cuando están las cosas tan fastidiadas) y lo que te rondaré, morena.
Lo que me lleva a la duda (el camino al conocimiento, que no sé si será recomendable, según la cita de Goethe de más abajo), es que si hay varias posibilidades más de recorte de gasto cómo es posible que se escojan las más traumáticas, es un decir, para las mayorías.
A ver, hay varios cargos políticos en prácticamente todas las administraciones públicas, ya sean éstas estatales, autonómicas, provinciales, locales, organismos autónomos, etc. Muchos de ellos, por el hecho de estar en ese cargo, son miembros natos de diversas comisiones, comités, juntas, consejos y demás órganos colegiados. Por supuesto, la asistencia a las reuniones de esos órganos se retribuyen mediante dietas, además del sueldo del puesto que efectivamente se desempeña. Y otros miembros de tales órganos, también liquidan dietas. Señores, supresión del doble devengo de salarios. Un ahorro más que majo, creo yo.
Muchas administraciones públicas, amparadas en el fomento de la cultura y el deporte a que insta la Constitución Española, otorgan subvenciones inicuas a diversas asociaciones y colectivos para financiar objetivos absurdos que acaban derivando en pagarle una cena a los asociados. Las asociaciones de consumidores y usuarios, por ley, gozan de defensa jurídica gratuita en la defensa de los intereses generales de los consumidores y como poco me choca que, además de recibir dinero de las administraciones para facilitarse letrados que los defiendan y asesoren en general, encima les den dinero para asistencia jurídica en casos concretos (Afinsa y Forum Filatélico, por poner un ejemplo). Tijeretazo que les daba yo.
Por no ponerme ahora a contrastar la cifra aproximada, generalizo: hay en este país una cantidad abrumadoramente excesiva de dinero negro. La Administración Tributaria (como Robin Hood, pero al revés), se ve que tiene inspectores para revisar que el asalariado que no esconde un puñetero céntimo, entre otras cosas porque no puede, no se pase de listo cuando pone que ha hecho donaciones de 100 euros a ver si por lo menos recupera fiscalmente 15, pero no para revisar que varios potentados ostenten un patrimonio que nadie, oficialmente hablando, sabe de dónde ha salido, o a empresas que declaran pérdidas para, además de no pagar, a ver si consiguen alguna subvención y un préstamo subvencionado. Esto es como lo de las meigas, yo no las he visto, pero haberlas, haylas. Que luchen contra el fraude DE VERDAD. No sé dónde leí u oí que había una propuesta, en Francia, creo, para cambiar los billetes de 500 de color, o incluso suprimir ésos y los de 200. Iba a ser la pera de eficiente, oiga. Y de muchas otras maneras. Querer, siempre ha sido poder.
Lo que no creo que se deba ahorrar es en infraestructuras. En Japón he visto una red ferroviaria muy envidiable y que supone unos ingresos considerables procedentes de su uso por los ciudadanos. O al menos, en España podría suponerlos. Aquí tenemos cuatro hierros mal puestos entre Madrid y las puntas del mapa y algunas ciudades del interior entre sí. Ya.
Y otra cosa curiosa. Nos prestamos a apoyar el rescate de Grecia (no sé de quién ni de qué habrá que rescatarla, pero como insisten tanto en las noticias…), siendo el cuarto país que más dinero compromete. Nada menos que 9972 millones de euros en tres años. Digo yo que, si en vez de pegarle el hachazo a los funcionarios de aquí para ahorrar 2400 millones de euros, se lo pegan a los funcionarios alemanes (de los más interesados en que no caiga Grecia, a pesar de lo que digan en público), pues como dejamos de gastar, a prorrateo 3324 millones, todavía conseguimos 924 millones de euros más de ahorro.
Yo, si luego me votáis para jefe molón del país, estoy dispuesto a demostrar mi valía política con propuestas absurdas (pero efectivas) de ahorro. Un ejemplo: cada semana, la Euromillones da un premio, como mínimo, de 12 millones de euros. Si en vez de 12, lo rebajan a 6 (yo al menos, jugaría igualmente todas las semanas), tenemos que 6 millones x 52 semanas = 312 millones de ahorro para el ONLAE. Bueno, los tiquismiquis, ajustad la bajada de ingresos por los jugadores puntillosos que por 6 millones de nada iban a jugar menos. ¿Pero se ahorra o no? Si además la demanda de juegos de azar es bastante inelástica…
Se me ocurren más cosas, pero es tarde, esta entrada se alargaría demasiado y ya tengo muy explotado el tema económico. Vosotros seguro que también tenéis ocurrencias (como la del ONLAE no, espero).