domingo, febrero 24, 2008

Aprendiendo a decidir

Es curioso, según van pasando los años, ver cómo va cambiando nuestra percepción del entorno, cómo cambian nuestros objetivos, nuestras ilusiones, metas e incluso a veces nuestros principios, aquéllos que hace tiempo pensamos que siempre permanecerían invariables.

Una tras otra nuestras aspiraciones se van encontrando con el muro de la realidad, una realidad impasible que no entiende de voluntades, sino de circunstancias. Y a menudo éstas no nos son favorables. En una barca en medio de una tempestad, tenemos que decidir entre mantenernos quietos o seguir remando. Lo primero resultaría bastante estúpido, ya que supondría aceptar el fatalismo, asumir el destino tal cual viene. La decisión correcta es la segunda, remar, remar y remar. Puede ser que el resultado sea el mismo que en el primer caso, pero al menos lo habremos intentado, habremos aprovechado todas las oportunidades que teníamos de salir airosos e indemnes.

En esta vida, la única que nos va a tocar vivir, seguir las reglas establecidas, soportar los vaivenes sin rechistar, agachando la cabeza, cargando a las espaldas las incomodidades supone malgastar nuestro tiempo, rendirnos al tedio y a las pautas ajenas. Pues podemos plantearnos el levantar la vista hacia lo que queda delante, a ser conscientes de que si queremos ir a otro lugar distinto de aquél al que el camino nos conduce deberemos caminar campo a través, que podemos improvisar, aunque sea más duro,  pero sin duda será también más entretenido. Si cambiamos nuestra percepción y nuestros principios, al menos que no sea para conveniencia ajena, sino para la propia.

Como decía Alain Delon (actor francés), lo malo de los complejos de inferioridad es que los suelen tener las personas equivocadas. Me parece bastante acertado. Sugiere que la gente con cierta capacidad intelectual suele dudar de sus propias virtudes en situaciones cruciales en las que debe tomar decisiones, ya que se plantea las consecuencias de todas las posibilidades y ello conduce a la "inactividad por la vía del análisis" (pierde tanto tiempo en analizar las consecuencias que normalmente toma o bien una decisión demasiado tarde, o la que toma es inocua). Sin embargo, quien no tiene tantas luces no se plantea si puede o incluso si debe, sino que simplemente, lo hace. Sin duda, muchas veces se equivocarán, pero muchas otras tendrán éxito.

Creo que deberíamos anticipar nuestras decisiones, perder el miedo a tomarlas, anticiparnos a los cambios de circunstancias y actuar rápido ante nuevas situaciones. Antes de que la realidad se nos eche encima y en connivencia con nuestro fatalismo inconsciente nos conduzca a la inmovilidad, a quedarnos quietos en medio del agua habiendo perdido toda voluntad de remar.

Eso va por todos los que son capaces y no lo demuestran (casi todos los que conozco). Y al que no se atreva a tomar decisiones que le benefician, le van a caer un par de yoyas :p

¿Fortuna iuvat audaces?

La fortuna ayuda a los audaces. Eso se dice desde hace algún que otro milenio. Cada día que pasa menos convencido estoy de que sea cierto. Debe ser que la diosa Fortuna o es un pelín envidiosa o tiene un sentido del humor un tanto ácido.

Más bien parece que tal aforismo esté modificado para lucir mejor, es decir, que se ha construído dolosamente un eufemismo semántico para camuflar una realidad más cruda, donde la Fortuna ayuda a los sinvergüenzas, a los incapaces, a los delincuentes, zafios y analfabetos. Rara vez a quien lo merece (se ve que es falible, como todos).

La desgracia para quien tenga escrúpulos es que éstos actúan en su contra en el momento en que cuando debe tomar una decisión, en la balanza entran también intereses ajenos. Desoyendo al instinto en favor de una actitud supuestamente civilizada, pierde la justa y la gana quien desoyó el principio de convivencia y el de no agresión.

Lo más triste es que la autocompasión propicia que nos autoengañemos, diciéndonos que es mejor así, que es mejor que a uno le llamen tonto antes que le llamen cabrón y demás parafernalia. Alguien me dijo una vez que en este mundo hay amos y esclavos y que no merecía la pena estar entre los segundos. Ahí es a donde conducen precisamente los falsos escrúpulos, a ser meros títeres, simples ejecutores de las voluntades ajenas, instrumentos para que otros tengan una mejor vida que muy probablemente no se merecen.

Quienes estamos acostumbrados a pertenecer al gremio de los tontos debemos evolucionar hacia actitudes más acordes con nuestra valía, debemos desplazar de sus posiciones inmerecidas a los incapaces que se creen virtuosos. Ningún león se comporta como una cebra, ningún lobo como un conejo. Y la conducta del león sólo tiene un motivo: quia numitor leo. Los mejores deben de prevalecer, es el principio de la evolución. Ya es hora de invertir la involución hacia la que nos llevan...

domingo, febrero 17, 2008

Para huevos, los de Trichet

Con un par, el presidente del Banco Central Europeo, por si alguno especulaba erróneamente con sus intenciones respecto a la variación a la baja de tipos o le veía un par de bultos a la altura de la garganta que realmente no tenía, el viernes dejó caer en una intervención del Foro ABC la siguiente perla de sabiduría: "bajar tipos sería una locura política en este momento".

Hala, ya me he quedado a gusto... ;)

Cultura del despropósito

Lo intento, de verdad, pero llego a comprender cómo logramos tener gobernantes tan inútiles como los que históricamente nos han mostrado su proverbial ineptitud. Si pensáramos que son un reflejo de nuestra sociedad, vamos apañados...

EDF, una de las mayores energéticas de Europa, propiedad en su mayor parte del gobierno francés, quiere salir de rebajas y a expandir horizontes. Para ello, se ha fijado en Iberdrola. Una empresa con capital público aprovecha las reglas de un mercado confusas y poco igualitarias en cuanto a oportunidades para hacerse con otra totalmente privada. ¿Es reprochable? Con tal enunciado, básicamente, no. Lo que me resulta reprochable es que sea una empresa pública extranjera la que tiene intención de adquirir una de las principales empresas energéticas españolas, es decir, que quiere entrar en un sector estratégico de cualquier Estado.

Este resultado, de seguro inconveniente para los intereses de nuestro país, es fruto del ansia privatizadora de las empresas públicas españolas durante los primeros años del gobierno popular. Pese a que las intenciones no dudo de que fueran buenas, para dar ejemplo de no intervención del Estado, de fomento de la competencia y de otras chorradas liberales, la verdad es que al final, el Ejecutivo y Legislativo pecaron de pardillos. El Plan Estratégico de Privatizaciones consiguió que dejáramos en manos de los vaivenes del mercado sectores estratégicos de nuestra economía, mientras el resto de países "más avanzados" conservaban el control sobre las empresas de tales sectores a cualquier precio. Además, curiosamente, la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) se deshizo de las empresas que eran rentables y el Estado se quedó con las deficitarias, para seguir manteniéndolas con cargo a los Presupuestos públicos. Por tanto, si las empresas españolas quieren comprar, por ejemplo, a Societé Generéle (o como se ortografíe en francés, que no tengo ni papa), sale el inquilino del Elíseo con uñas y dientes a defender los valores de la República y lo que se le ocurra argumentar. Y eso que es una entidad privada, con una pública con no vender lo tendrían hecho. Por supuesto que espero que a los bancos españoles no se les ocurra meterse en la tremenda chapuza de la banca francesa, que es lo peor de Europa, por la cuenta que les trae.

Aquí, viene cualquier empresa extranjera, pública o privada, de rebajas y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictamina que tenemos que bajarnos los pantalones y si vemos que no estamos lo suficientemente acostumbrados a recibir, nos permite utilizar vaselina para suavizar la embestida.

Por eso, porque somos unos pardillos. En suma, sólo se respeta a quien se hace respetar. Hace mucho tiempo que hemos olvidado lo que es hacernos respetar como país, como potencia económica, lingüística, cultural, social, científica (cada vez menos en cada una). Hemos tenido y seguimos teniendo gobernantes de mierda (tal cual suena). Por desgracia me da que los seguiremos teniendo (cualquiera de los dos principales aspirantes a princeps que salga elegido en las generales de marzo). Será que nos los merecemos, por eso, por pardillos...

lunes, febrero 11, 2008

Pringados sin fronteras

Falta poco para que en eBay o similares se vean pujas para intentar adquirir gangas en el mercado laboral. "Cagoenlamar", dirá algún empresario de bien, "ese capullo de explotator_14 me ha subido el salario del ingeniero industrial recién licenciado a 671 euros al mes, prorrateadas extras". "Pues se va a enterar quién es dictator_234, que lo voy a subir a 672, pero con beca de investigación, para no cotizar a la Seguridad Social".

Se me saltan las lágrimas de alegría al ver que todos los licenciados universitarios de este país tenemos un venturoso futuro, una consideración conforme a nuestra formación, a nuestra valía, a los años sacrificados al estudio (con el coste de oportunidad que supone gastar dinero en vez de ingresarlo durante los mismos) y un largo etcétera. En suma, que vamos de culo y cuesta arriba (es jorobado, ¿eh?, que alguien lo pruebe si no se fía).

Dice el diario que más me excita (en cuanto me pone de mala leche el leer todos los días el cúmulo de cargas que soportamos y que añadimos a la mochila, como si la espalda no lo tuviera que pagar algún día), que un estudio de la Universidad de La Coruña determina que los universitarios cada vez cobran menos al incorporarse al mercado laboral. Bueno, la verdad es que el raro soy yo, ya que a nadie le debe sorprender que a un médico lo abrasen a guardias y no tenga un contrato indefinido o no pueda trabajar en una población medianamente grande en la que quiera estar porque en su especialidad no tiene posibilidades, después de tirarse 6 años de carrera, más el MIR y la especialidad estudiando... Además, como es un trabajo que puede hacer cualquiera y que no sirve para nada...

Tampoco debe sorprender que para trabajar en una entidad financiera por cuatro duros (en algunas es cierto que son 5 o incluso 6) se requiera una carrera superior con incidencia en formación económico-financiera y a ser posible Máster complementario para currar como un capullo 3 horas más de la jornada por convenio y contrato todos los días para asesorar sobre una tarjeta u otra, seguros o hipotecas (aunque sean un poco más complejas que las tarjetas, es cierto).

Desde luego que cualquiera en su sano juicio, para hacer cuatro páginas web y dos o tres mantenimientos de servidores necesitaría un ingeniero superior en informática con conocimientos de Java, Javascript, PHP, Jini, Python, XHTML, HTML, Delphi, C++, Visual Studio, SAP (aunque no venga a cuento), ContaPlus (idem), Cobol, Fortran, Linux, Novell, Irix, Solaris, FreeBSD, BeOS, Haiku (igual que el anterior), MacOS, Lindows y hasta OS2 Warp, sin olvidarnos de Ajax, of course y aspirando a un salario de como mucho 16.000 euros brutos al año (y por hacerle un favor al cuitado). Y de paso que traiga los cafés que para lo que hace...

Lo mismo para el personal "investigador"; lo suyo es darle una beca para que dedique horas y horas y más horas y si se ve con ganas algunas más (quitándolas del sueño o de donde proceda), estudiando, ensayando, probando, desarrollando, investigando en suma, para que el catedrático o denominación que en su caso tenga su jefe lo publique con su propio nombre, que para eso lo ha sudado. Y todo ese orgullo de saberse con el deber cumplido, mejorar las expectativas de la ciencia y bla, bla, bla debe recompensar por sí mismo el esfuerzo, si bien es menester que la beca vaya dotada con lo mínimo imprescindible para la subsistencia, que lo mismo se nos queda a mitad de la investigación por inanición o hipotermia si no tiene un techo... Eso sí, sin cotizar a la seguridad social o desempleo, no siendo que tenga tentaciones de aprovecharse de la bona fides de la institución que corresponda, que hay mucho listo suelto...

De las carreras de letras mejor no hablo. Aquí se impone el "piensa mal y acertarás", sin ironía, que ya es bastante triste la situación. Pues con este alentador panorama, debemos de sentirnos afortunados, según varios bocazas,  porque tenemos trabajo y patatín patatán. Lo que nos hacía falta. Eso, encima.

Es lo malo de no haber hecho la carrera de sinvergüenza titulado, de licenciado en caradura, diplomado en trafullos y master en cinismo. Ésos, tienen trabajo (por llamarlo de alguna manera) y bien remunerado. Desde las alturas se permiten juzgar las situaciones ajenas. Los demás tendremos que conformarnos con la conciencia y deberemos aprender a levantar la cabeza  y plantarnos ante situaciones contra natura, haciendo piña, no jodiendo más al prójimo como es costumbre en esta nuestra Tierra de Conejos...

 

domingo, febrero 03, 2008

Mareando la perdiz

La cosa está chunga, colega. Ésa es la verdad y el resto son circunloquios con ánimo de despistar, para que los que ya los saben tomen posiciones antes de que los cojan con el culo al aire (dicho bien, rápido y pronto).

El petróleo subiendo como un globo a punto de reventar de helio, los alimentos exactamente igual, las materias primas por la estratosfera y sin gastar tanto combustible como los juguetes de la NASA, el crédito cuidadosamente restringido por las entidades financieras (lógico, por otra parte), el consumo cayendo, los costes financieros de familias y empresas a la par que el Everest y los Bancos Centrales de las primeras economías del mundo entonando un dubio, ergo sum (dudo, luego existo).

El Banco Central Europeo no sabe muy bien si seguir el ejemplo de Ben Bernake (de la Reserva Federal del Tesoro de Estados Unidos), que ha bajado en menos de dos semanas los tipos de interés en 1,25% en un intento desesperado por animar la economía para evitar una recesión y de paso evitar que Wall Street parezca el ejemplo típico en los libros de física de la fuerza de la gravedad. De momento el BCE los mantiene pero, a diferencia de Estados Unidos, en Europa, la inflación es bastante más alta y lo suyo sería subirlos para contener la inflación, a pesar de sus consecuencias negativas para el crecimiento y los costes financieros de los agentes económicos. Por lo menos Trichet tiene un par y no cede (de momento) a las presiones. Bajarlos supondría una invitación a que la inflación se cebe a mesa puesta...

La situación no está como para hacer fiestas, creo que es evidente, y no me molesto en detallar mucho más el panorama con conceptos y datos económicos. A lo que voy es que todavía hay inconscientes o personajes con clara mala fé o incompetencia profesional que auguran que es una "suave deceleración del crecimiento", no un cambio de ciclo económico. ¡Farsantes! (y otras muchas cosas menos educadas que me callo).

Los excesos se pagan, unas veces antes y otras más tarde, lo que sube, baja and so on. Los ciclos económicos responden fielmente a la concepción del tiempo y la historia que tenían los antiguos griegos, es decir, cíclico, repetitivos aunque no necesariamente proporcional en cuanto a su duración. El que haga caso omiso a eso está ciego. Hemos cometido muchos excesos y ahora toca pagar la factura, añadiéndole el correspondiente IVA.

La mejor forma de afrontar una situación es ser consciente de cuál es ésta, ser capaz de observar por uno mismo todos los signos que la definen y no confiar simplemente en el gurú (los gurús, por desgracia) que nos tranquiliza y nos dice lo que queremos oir. Estupidez sería la definición para esto último. A partir de reconocer que el panorama es desalentador, hay que tomar actitudes y decisiones que lleven a hacerla lo menos gravosa posible y hacerlo ya, no mañana o el mes que viene. Los poderes públicos estatales y organismos supranacionales deberían hacerlo con el mismo celo que cada uno para su casa, pero como no es así, cada perro que se lama su badajo, como diría Pérez-Reverte.

A tomar decisiones y abrir los ojos, tocan, que vienen tiempos revueltos.

Kerviel: de verdugo a víctima y de ahí a marca

Me imagino que los últimos días habéis escuchado, visto o leído en los medios de comunicación infinitas noticias acerca de un trabajador de Societè Generèle (espero haberlo escrito bien, que yo de francés ni papa) que supuestamente (y no presuntamente, ya que la presunción supone cierta seguridad en la culpabilidad salvo prueba en contrario y la suposición se refiere a una mera especulación, que conste) ha provocado a su empresa unas pérdidas de 4.900 millones de euros. Hala, ya podéis traducirlo a pesetas los que todavía no os hagáis una idea de lo que supone esa cifra.

Pues bien, mi opinión al margen (que no me creo ninguna acusación de un gran banco echándole toda la culpa a un empleado), el caso es que Jérôme Kerviel (insisto en mi ignorancia de la ortografía francesa) es acosado por la prensa, las autoridades y descerebrados varios.

Con esta situación mediática, hay algunos que han visto publicidad, porque están a la que salta, y han aprovechado para lanzar una serie de productos aprovechando el gancho del broker francés. Como ejemplo os dejo esta página, que vende varias camisetas con homenajes al fenómeno. Es bastante curiosa, jeje.

Espero que se clarifique por otra parte la situación y se vea si realmente ese gran banco sufrió un engaño o si él mismo es el que es un mal gestor (como ha demostrado con las pérdidas por las titulizaciones subprime con las que nada tiene que ver su broker estrella y que suponen unos 2.000 millones de euros) y utiliza una cabeza de turco para desviar la atención.