domingo, febrero 24, 2008

¿Fortuna iuvat audaces?

La fortuna ayuda a los audaces. Eso se dice desde hace algún que otro milenio. Cada día que pasa menos convencido estoy de que sea cierto. Debe ser que la diosa Fortuna o es un pelín envidiosa o tiene un sentido del humor un tanto ácido.

Más bien parece que tal aforismo esté modificado para lucir mejor, es decir, que se ha construído dolosamente un eufemismo semántico para camuflar una realidad más cruda, donde la Fortuna ayuda a los sinvergüenzas, a los incapaces, a los delincuentes, zafios y analfabetos. Rara vez a quien lo merece (se ve que es falible, como todos).

La desgracia para quien tenga escrúpulos es que éstos actúan en su contra en el momento en que cuando debe tomar una decisión, en la balanza entran también intereses ajenos. Desoyendo al instinto en favor de una actitud supuestamente civilizada, pierde la justa y la gana quien desoyó el principio de convivencia y el de no agresión.

Lo más triste es que la autocompasión propicia que nos autoengañemos, diciéndonos que es mejor así, que es mejor que a uno le llamen tonto antes que le llamen cabrón y demás parafernalia. Alguien me dijo una vez que en este mundo hay amos y esclavos y que no merecía la pena estar entre los segundos. Ahí es a donde conducen precisamente los falsos escrúpulos, a ser meros títeres, simples ejecutores de las voluntades ajenas, instrumentos para que otros tengan una mejor vida que muy probablemente no se merecen.

Quienes estamos acostumbrados a pertenecer al gremio de los tontos debemos evolucionar hacia actitudes más acordes con nuestra valía, debemos desplazar de sus posiciones inmerecidas a los incapaces que se creen virtuosos. Ningún león se comporta como una cebra, ningún lobo como un conejo. Y la conducta del león sólo tiene un motivo: quia numitor leo. Los mejores deben de prevalecer, es el principio de la evolución. Ya es hora de invertir la involución hacia la que nos llevan...

1 comentarios:

A las 29 de febrero de 2008, 11:30 , Blogger ysa ha dicho...

Lo malo es que hay demasiado caradura asentado en puestos de poder como para desbancarlos a todos...

Además, hay mucho caradura audaz al fin y al cabo...

Está bien no dejarse pisotear, pero también el sentirte bien con lo que haces y el saber que eres buena persona, fiel a tus principios.

 

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